Hemos querido charlar con José Miguel Molowny, autor de ¡¿Qué será de los nuestros?!, para que nos cuente algunos de los secretos de su obra. He aquí la entrevista resultante:
Ediciones Lacre: ¿Qué se va a encontrar el lector en esta obra?
José Miguel Molowny: Una serie de conversaciones entre tres profesores jubilados que acostumbraban reunirse, cada tarde, en el kiosco de una plaza céntrica de Santa Cruz de Tenerife, para hablar de sus cosas y así pasar la tarde, con una marcada componente de humor, hasta que se decidieron a plantearse una tarea más seria, también diaria, sobre nueve asuntos de actual preocupación mundial.
E.L: ¿Por qué esta obra? ¿Qué te propones con ella?
J.M.M.: No ha habido un propósito concreto. El narrar una serie de conversatorios nació, tal vez, de una tarde en que yo estuve en aquel lugar, que siempre he conocido. La ficción vino después.
E.L.: ¿Qué recomendarías al lector antes de comenzar a navegar por las páginas de esta obra?
J.M.M.: Que entienda que, si bien los personajes son ficticios, los problemas que abordan son totalmente actuales. Viene a ser una forma novelada de tratarlos, sin el rigor de artículos de opinión u otros ensayos.
E.L: ¿Cómo surgió la idea de escribir este libro?
J.M.M.: Creo que no le resulta fácil a ningún escritor explicar cómo surgió la idea, exactamente. Aparece, en determinados momentos, una inspiración, y a partir de ahí se estructura la novela.
E.L: ¿Dónde te has inspirado para escribir esta obra?
J.M.M.: El recuerdo de encuentros con amigos mayores fue determinante para extrapolar nuestros debates al campo de la ficción literaria.
E.L: ¿Qué método utilizas a la hora de escribir?
J.M.M.: No creo tener método alguno. Esto va de escribir mucho, ordenar las ideas, seguir escribiendo y revisar continuamente. Si a lo escrito a una cierta altura se le ven visos de una estructura aceptable, se sigue hasta el final. Y si no, es mejor dejarlo y pensar en otra cosa.
E.L.: ¿Qué reglas sigues para escribir una obra como esta?
J.M.M.: Lo dicho antes, con el añadido de un esmero permanente en la sintaxis y en la ortografía, algo que va desapareciendo en la mayoría de la población.
E.L: Valora brevemente Lacre Ediciones.
J.M.M.: Ésta es mi segunda novela con Lacre y debo decir, sin ambages, que tienen una organización magnífica, desde el proceso de selección a la edición y posterior publicación. No es fácil encontrar esas características en otras editoriales, que también conozco.